lunes, 25 de enero de 2010

"Dime algo que no muera"



Hace días que leo esta frase. Cada vez que me levanto de mi asiento camino al baño a mojar mi cara para sacar el sueño que produce el aburrimiento. Acompañado de el sonido de la música que suena una y otra vez durante el día y el sonido que producen mis chalas al arrastrarlas, porque la flojera y el aburrimiento es tal que ni para levantar los pies para caminar me da. "Dime algo que no muera" esta junto a otras frases que acompañan algunas expresiones artísticas. Todos los días la leo, pero hoy se me ha quedado pegada y me ha dado vueltas gran parte del día ¿será posible decir algo que no muera? si finalmente cuando terminas de decirlo, pasa un segundo y la frase ya murió. Ha no ser que sea realmente importante y que la persona que la recepciona no quiera olvidarla o quien la emita no deje pensar que así es, de ser así bueno; la frase o la palabra duraría mas que un segundo, como cuando la frase va acompañada de un sentimiento esta no muere hasta que, quien la dice no deja de sentir lo que acompaño lo que dijo, pero los pensamientos y los sentimientos cambian y ciertas palabras y frases mueren o se van con el viento o se echan al olvido.



Es parte de la vida, naces, creces, envejeces y mueres. Lo mismo ocurre con las palabras, por eso quizás no hay que gastarlas tanto, para que envejezcan más lento y la muerte se prolongue. Sera así entonces que hay personas que logran su muerte antes que la de las palabras.


No por eso voy a dejar de creer en lo que me digan o en lo que yo diga y sienta, pero al menos ya tendré claro algún día vendrá su muerte.

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