Y es que pueden pasar mil años y todo lo que me puedan decir, la verdad es que ya no me sorprende, si algo he aprendido en todo este tiempo es que nada es realmente lo que uno cree, que todas las personas mienten y que por mas que traten de ocultarlo siempre serán descubiertos. Las mentiras blancas no existen y menos aquellas piadosas, esas que se guardan para no herir al otro y que con el tiempo terminan siendo balas directo y justo ahí donde mas duele.
A veces me pregunto que habrá estado pensando en ese justo momento en que pensó la mentira, se le habrá pasado por su pequeña e inmadura cabezota que algún día me enteraría de todas sus patrañas?
El problema es que estoy convencida de que no hay quien no lo haga, todos mienten y parece que no queda otra que entrar en el juego, porque son una especie que simplemente padece de mitomania.
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